Joel Maquieira, entrenador del Cadete ‘B’: “De mi equipo destaco el buen rollo que tenemos todos”

Llegó hace unos años al Atlético Cañada, porque siempre quiso ser entrenador. Y, es que, a Joel Maquieira le encanta el fútbol y así se puede ver en cada uno de sus entrenamientos. Este año está al frente del Cadete “B”, equipo del que destaca sus ganas de jugar y aprender.

Desde su casa y recuperándose de una operación de rodilla, ha querido contarnos cómo empezó su pasión por este deporte:

 

Defínete en tres palabras

Diversión, ambición, exigencia.

 

¿Cuándo dijiste lo mío es ser entrenador?

Cuando vi que podía ayudar a un equipo y sus jugadores.

 

¿En qué entrenador te ves más reflejado a la hora de plantear los entrenamientos y partidos?

En los entrenadores que he conocido de una forma u otra.

 

¿Se adaptan los jugadores al entrenador o viceversa?

Según el contexto y, en mi caso, creo que primero debo hacer un análisis de lo que tengo, hacer una propuesta, convencer y después entra la parte en la que el jugador se adapta.

 

¿Qué se siente al ver a los jugadores que entrenas en el campo?

Muchísima responsabilidad.

 

¿Qué objetivos con el Cadete “B” al inicio de temporada? ¿Sigues manteniéndolos ahora?

Los objetivos son prioritariamente formativos y a nivel competitivo bastante asequibles por lo que intento exigirnos un puntito más.

 

¿Y cómo ves al equipo?

Veo un equipo cohesionado, que va progresando y cada día más autónomo y maduro.

 

¿Qué destacarías de tus jugadores?

El buen rollo.

 

Cuando uno finaliza un entreno, se puede encontrar con dos sensaciones: la que no me ha gustado cómo ha trabajado el equipo y la que te sientes contento con el trabajo realizado. ¿Qué ha de ocurrir para que se produzca el segundo término?

Que hayan entrenado dando su mejor versión.

 

Y por último:

– ¿Qué hace Joel cuando no está en el césped?

Leer, playstation, redes sociales, tomar algo…

 

– ¿Un equipo de fútbol?

Real Madrid.

 

– Un deportista:

Cristiano Ronaldo.

 

– Un entrenador:

Guardiola.

 

– Un deseo:

Que me toque la lotería. Es broma, porque nunca juego.